El precio de los alquileres sigue creciendo. El portal inmobiliario Idealista asegura en un informe que, en 2018, las rentas se incrementaron un 9,3% respecto a 2017.
Pero a pesar de la gran rentabilidad que supone tener un piso en alquiler, aún hay muchos propietarios que prefieren no hacerlo. Y la razón es casi siempre el miedo a que el inquilino no pague.
Según el Consejo General del Poder Judicial entre los mees de julio y septiembre de 2018 los lanzamientos hipotecarios y los desahucios por no abonar las cuotas de alquiler habían aumentado prácticamente un 8%, encadenando meses de subidas.
Prever una situación como esta no es fácil, por eso, los propietarios que no quiera dejarse perder unos buenos ingresos siempre tiene la opción de contratar un seguro de alquiler que pueda hacerse cargo de todo, incluso de las mensualidades que el inquilino deje de pagar.
Además de asumir las rentas impagadas, las compañías ponen en marcha la maquinaria judicial, se ocupan de la defensa y reclamación en caso de incumplimiento de contrato, indemnización de los actos vandálicos, etc.
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